Alemania pone a prueba "drones" contra los grafitis
Limpiar los grafitis en
trenes y demás equipamientos del ferrocarril alemán le cuesta a la empresa
ferroviaria estatal la friolera de US$10 millones anuales.
Por este motivo la
compañía, Deutsche Bahn, quiere probar algo nuevo: vehículos no tripulados de
vigilancia.
Según anunció la empresa,
pronto empezarán a ponerse a prueba drones equipados con cámaras y
sofisticados sensores, con el fin de reducir la gran cantidad de pintadas que
se realizan en equipos de su propiedad durante la noche.
Sin informar sobre una
fecha exacta, los portavoces de Deutsche Bahn sólo especificaron que los
ensayos se realizarán en los depósitos de los trenes.
Los alemanes y la privacidad
Todavía no se sabe cómo
esta decisión chocará de frente con las estrictas normas antivigilancia que
existen en Alemania.
Utilizar cámaras para filmar a
personas sin que éstas lo sepan es un tema muy sensible en un país donde la
privacidad es extremadamente valorada.
La preocupación por la
privacidad que tienen los alemanes ya se hizo patente cuando hace tres años
Google envió sus cámaras por todo el país para elaborar su mapa callejero de 20
ciudades.
En esa ocasión muchos
pidieron que no se filmaran sus casas para que no aparecieran en internet.
Tal fue la oposición del
país que Google fue obligada a ofrecerles a los alemanes la opción de no
figurar en sus mapas. De este modo, si una familia no quería que su hogar
apareciera en línea, el frente del edificio aparecería borroso.
Unos 200.000 hogares
terminaron pidiendo que se les aplicara la medida.
En una zona gris
Alemania se gasta mucho
dinero en el borrado de grafitis en espacios públicos.
En cuanto a los drones
antigrafitis, Deutsche Bahn aseguró que estos sólo serán utilizados para
vigilar sus enormes depósitos y evitar que vándalos se infiltren durante la
noche y pinten los vagones.
Estos aparatos dispondrán de sensores infrarrojos lo suficientemente sofisticados
como para identificar a personas y aportar así pruebas sólidas en posibles
procesos ante la justicia.
Pero el uso de aviones
tripulados en Alemania ya es de por sí un tema que genera polémica. A
principios de este mes, el ministro de defensa anunció el costoso proyecto Euro
Hawk, que involucra el uso de drones.
La idea consiste en
utilizar aparatos no tripulados en el exterior, pero permitiendo que estos
circulen en el espacio aéreo alemán, eso sí, sólo cuando tengan que despegar o
aterrizar en el territorio.
En respuesta a este plan,
las autoridades de tráfico aéreo locales dijeron que podrían no permitir el
paso de aviones no tripulados militares, argumentando que los drones no son
capaces de evitar colisiones con aviones civiles.
Sin embargo, los drones
de vigilancia antigrafitis son de pequeño tamaño, y en Alemania no se necesitan
permisos especiales para este tipo de aparatos, aunque sí para los más grandes.
Así que el país parece
encontrarse en una zona gris sobre el uso de drones, puntualiza Stephen Evans,
ya que no está nada claro cuándo las autoridades deberían intervenir en el uso
de esta tecnología.
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