Translate

jueves, 16 de mayo de 2013

Haz lo Más Importante a Primera Hora



Haz lo Más Importante a Primera Hora

¿Infinidad de tareas pendientes? ¿A que hay días en que el trabajo se te acumula y no sabes por donde empezar?
Es cuando más necesitas ver como se empequeñece tu lista de asuntos pendientes. Entonces, para sentirte mejor y tener la sensación de avanzar, necesitas quitarte tareas de encima, lastre fuera. …Y caes en el error de realizar tareas sin importancia:
Una llamada, una gestioncilla, rellenar un documento…algo que termines rápido. Cambias cantidad por calidad. ¿Cuantas veces has hecho trabajo rutinarios de poco valor, para tener la sensación de que producías? Piensas: “En cuanto me quite de encima un par de asuntos más, empiezo por lo gordo”. …Pero cuando has acabado con los asuntos pequeños estabas demasiado cansado para empezar algo largo.

Te engañas a ti mismo si te dedicas a completar pequeños trabajos. Seguirás teniendo pendiente los trabajos importantes que no has atacado. Además los pequeños asuntos tienden a multiplicarse, una cosa lleva a otra y nunca se acaban. Una llamada se transforma en otra para confirmar lo hablado, escribir un email conlleva leerse otros que tienes pendientes y que acabas revisando y contestando… así hasta la eternidad.

¡Cambia de hábito! Las pequeñas cosas nunca se acaban, puedes estar días, semanas y meses haciendo pequeños trabajos sin importancia. Son el mayor destrozacarreras que existe.
Solución: Enfréntate a primera hora a lo más difícil y el resto del día será cuesta abajo.
Los proyectos largos dan miedo, y requieren largos periodos de concentración. Da respeto saber que de aquí a dos horas no nos tomaremos ni un café, ni comentaremos el partido de ayer con los compañeros.
Lo primero que tienes que hacer es enfrentarte a la realidad. Coge el toro por los cuernos. Aquí tu fuerza de voluntad es indispensable. Analiza lo que es realmente importante para ti: son siempre las gestiones con impacto a largo plazo. Tareas más complejas que se componen de diferentes pequeños trabajos y quizás requieren la intervención de más personas.
La Clave es la siguiente: Hazlas lo primero, nada mas empezar tu jornada. Tu primera tarea será enfrentarte al monstruo. No te tomes el café y charles con los compañero, ni leas tus emails del día anterior. Ve a por el monstruo.
Necesitarás por lo menos un par de horas y empezarás por la mañana. Es entonces cuando tienes todo el día por delante y estás más fresco. Empieza por ese asunto importante, aunque sepas que no lo vas a terminar. Invierte 2 horas de reloj. Lo más importante es empezar. Es el momento crítico. Una vez empezado, continuar no cuesta tanto. Te surgirán ideas y te notarás cada vez mas activo. La inercia te mantendrá ocupado. Notarás avances, y ya dejarás atrás el peor trago: empezar. Puede que no lo termines en un día o dos, pero podrás dejarlo bastante moldeado y te costará menos retomarlo. Lo importante es romper la barrera del empezar. Como los aviones, una vez estas en marcha, hay un punto de no retorno.
Si consigues empezar, el resultado se hará notar en seguida. Empezarás a ver resultados y ya te importa un poco menos lo que te queda. Estarás infinitamente más satisfecho contigo mismo. Una satisfacción que no te dan las pequeñas tareas terminadas. Con un poco de suerte te irás animando y dirás: “Un poco mas y lo termino”. Es ese momento la concentración es máxima y el trabajo cada vez avanza mas. Puede que incluso lo termines. Otras veces llegarás a un punto en que dependerás de información de otras personas para terminar, pero el proyecto esta en marcha y terminarlo será mucho más fácil. Los resultados de practicar las tareas verdaderamente importantes, por la mañana a primera hora son espectaculares. Liberarás endorfinas y el resto del día estarás en una nube. La clave está en ponerte a primera hora con lo más importante.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Elimina tus Preocupaciones



Elimina tus Preocupaciones

 Todos tenemos preocupaciones. La mayoría son autoimpuestas. Barreras autoimpuestas que no sirven para nada. La mayoría de cosas que nos preocupan no ocurren, y cuando ocurren no son para tanto. Así que abandona tus preocupaciones y vive la vida.
¿Te ocurre a veces que no “pillas” la concentración y tardas el doble en una tarea, por no dejar de pensar en ese problema (que posiblemente nunca llegue a ocurrir)?
Las preocupaciones no sirven para nada, te frenan y son fuente de muchos accidentes, en la carretera y en el trabajo. Esa mala decisión que tomaste… ¿no la hiciste en un momento de preocupación?

Lo mejor para eliminarlas es saber la relevancia que tienen:
Ninguna.
Desconecta
Ese incidente o ese temor, no tienen importancia. No le des mas vueltas.
Aquí van una par de remedios para acabar con esas ideas negativas de un plumazo:
• Dale al botón de “Reset”. Damos mil vueltas a varias cosas a la vez sin hacer un “Reset” y empezar de nuevo. Necesitas una mente despejada para encontrar soluciones. Abstráete y concéntrate solo en una cosa a la vez. Encontrarás una por una, la solución a tus preocupaciones.
• Aprovecha a pasar un cuarto de hora contigo mismo, tumbado en la cama o sentado en una silla. Tu mente se clarificará por si sola y aparecerá como por arte de magia la solución que buscabas.
• Cambia tus pequeños hábitos, una manera efectiva y poco utilizada. Si acostumbras a ir por el mismo camino, o comer en los mismos sitios, o a seguir el mismo horario, la fuerza de la costumbre te obligará a pensar en lo mismo y te rondarán las mismas preocupaciones. Un cambio de entorno es perfecto para desconectar.
• Lee sobre lo que te preocupa. Absorbe información nueva.
• Planifica: Una buena planificación es un antídoto para los problemas. Planificar te dejará más calmado y seguro de ti mismo. Analizarás tu situación y tu trabajo (tu mejor que nadie) y diseñarás la decisión adecuada.
• Compárate con lo que hay a tu alrededor y verás que no estas tan mal. A menudo esa es la mejor terapia.

martes, 14 de mayo de 2013

10 DIFERENCIAS ENTRE UN JEFE Y UN LIDER



10 DIFERENCIAS ENTRE UN JEFE Y UN LIDER

1- En un grupo, el jefe inspira temor y el líder genera confianza.
El jefe dice YO, El líder dice: Nosotros.
3- El jefe sabe por qué debe hacerse una tarea. El líder muestra cómo se debe forjar una carrera.
4- El jefe se basa en la autoridad. El líder se basa en la cooperación.
5- El jefe dirige. El líder guía.
6- El jefe echa culpas. El líder soluciona los problemas y arregla los errores.
7- El jefe ordena por sobre el problemático 10% de la fuerza laboral. El líder trabaja codo a codo con el 90% que coopera.
8- El jefe suele hacer que crezca el resentimiento. El líder promueve que crezca el entusiasmo.
9- El jefe hace que el trabajo sea monótono. El líder hace que sea interesante.
10- El jefe ve los problemas y los desastres que pueden destruir a la empresa. El líder ve los problemas como oportunidades para que el equipo de trabajo los supere y los convierta en ocasiones para crecer.

¿Es usted jefe o líder?
Recuerde la diferencia que existe entre un jefe y un líder: El jefe dice: ¡Vayan!, y el líder dice: ¡Vamos!


lunes, 13 de mayo de 2013

INTELIGENCIA DE MARKETING



INTELIGENCIA DE MARKETING

El sistema de inteligencia de Marketing es el estudio de los acontecimientos comerciales en una empresa. Es una  herramienta indispensable destinada a obtener información sobre los hechos más importantes respecto al marketing de nuestra compañía.
Forma parte de los flujos de información manejados por los empresarios aunque en este caso vamos más allá de los datos centrados en resultados económicos. Este sistema se desarrolla de forma natural pero su incorrecta implantación puede evitar que los datos nos lleguen a tiempo para poder actuar o peor aún, que nos llegue información incompleta o errada sobre nuestros competidores y nichos de mercado.
Este análisis del entorno suele decirse que comprende varias formas según sea aplicado por los directivos. Es posible que sin darnos cuentas ya estemos desarrollando un sistema de inteligencia pero el hecho de no contar un plan puede restarle efectividad:
  • Búsqueda informal: parte de un esfuerzo poco estructurado con el fin de encontrar información determinada con un fin concreto. Ejemplo: queremos saber qué imagen tienen los clientes de nosotros tratando de escuchar (sin estructura formal) lo que dicen en la tienda.
  • Búsqueda indirecta: podemos adquirir información al estar expuesta a ella por múltiples e indirectas vías. Al no tener un fin concreto puede que nos encontremos con datos concretos sin saber cómo aplicarlos y que cuando lo sepamos ya sea demasiado tarde. Ejemplo: sabíamos que la imagen de la empresa había empeorado pero no hasta qué punto afectaría a las ventas.
  • Búsqueda condicionada: nos podemos centrar en un área concreta y buscar datos sobre ella pero estar condicionados por un suceso determinado y no como acto de previsión. Ejemplo: vemos que las ventas caen y empezamos a observar los movimientos de la competencia.
  • Búsqueda formal: esta supone un esfuerzo planificado mediante procedimientos y métodos con el fin de conseguir información concreta. Ejemplo: queremos saber qué imagen tienen los clientes de nosotros y creamos encuestas de satisfacción. Tras ver los resultados aplicamos medidas para potenciar o mejorar los puntos débiles.
Pese a que un sistema de inteligencia debe tener como fin obtener datos para reaccionar con tiempo, no es extraño que un empresario realice una prospección de datos superficial obviando, por ejemplo, la importancia que tiene su fuerza comercial a la hora de recopilar datos sobre el Marketing de la empresa.
En este caso se puede armar a los vendedores con informes simples con la información de interés para obtener un estudio directo sobre la imagen de la marca y otros valores que nos ayudarán en la adecuación de políticas de Marketing.
No olvidemos la importancia de controlar también a la competencia. Algunos lo realizan mandando a comerciales en labores de “espionaje” para comparar precios, servicios,  realizando informes con consejos para mejorar nuestra competitividad.
Puede ser interesante comprar los productos de la competencia estudiando sus procesos de venta y los productos en sí (si nos dedicamos a producir algo similar), leyendo informes u opiniones expresadas en medios como Internet o prensa, hablando con proveedores. Acudir a ferias y congresos puede ayudar pero depende de nuestro sector de actividad. Todo esto puede darnos información importante y formar parte de nuestro sistema de inteligencia.
Con las nuevas tecnologías se han desarrollado servicios de este tipo pero basados en la presencia online, algo que para la mayoría de las pymes es meramente anecdótico pero que no hay que olvidar como alternativa. Según va creciendo la influencia de nuestra marca se amplía la necesidad de controlar lo que se dice de nosotros en la red.